AMOR… a ti te soy fiel, ¡a las demás les pongo el cuerno!

Relaciones abiertas.

A todos nos ha sucedido que nos gusta más de una persona,  pero comúnmente acordamos estar con una sola, y eso es lo que acepta la mayoría de la sociedad, sin embargo no todos se sienten cómodos al respecto y lamentablemente al no iniciar con acuerdos honestos caemos la mayoría en infidelidad; la idea de la relación monogámica se ve distorsionada cada vez más, y como muestra un botón: en las últimas décadas han aumentado los divorcios, y los gastos anuales en estos procesos son muy elevados, o bien cada vez más personas evitan contraer nupcias.

Atrevámonos a ser honestos con nosotros mismos, y a redescubrir todas las posibilidades de nuestro libre albedrío, ¿sabías que existen las relaciones abiertas?, ¿podrías contemplarlo como una opción?, a continuación te explicaremos algunos pros y contras de ello…al final quien decide eres tú.

Con título o sin título, amigovios, free, swingers, poliamor, todos al final de cuentas, son formas modernas y quizá más efectivas de llevar a cabo una relación, pero ¿qué conlleva todo esto?

La antropóloga y estudiosa del amor humano Helen Fisher (Universidad Rutgers, Nueva Jersey) llegó a la conclusión de que vivir con una sola pareja no es sólo insólito sino antinatural. Ella define la infidelidad como una consecuencia necesaria de los procesos químicos cerebrales.  Es decir que naturalmente los seres humanos no estamos diseñados para permanecer con una sola pareja sexual durante ¡TODA NUESTRA VIDA!

Evidentemente ninguna especie dentro del ciclo de la vida está programada para ello, sin embargo hemos partido de varios puntos para atribuirnos esta capacidad, aunque la misma en términos reales sea biológicamente imposible.

Estudiosos animalistas, han observado a las especies superiores en su comportamiento en pareja, y  deducen:
“Ellos no son infieles en el sentido que tiene la palabra para nosotros”,( Ricardo Bruno, médico veterinario especialista en comportamiento animal). Sin embargo, se reconoce que algunos se mueven con un alto grado de promiscuidad.

Empecemos por los que apuestan al amor. “Hay muchas especies que son monógamas de por vida, principalmente entre las aves. Los caninos también lo son, pero solo mientras dura la pareja. Cuando se forma una pareja, permanece y se reproduce mientras ambos individuos mantienen su condición física. Cuando se ponen viejos, pierden el lugar ante un macho o hembra más joven”, explica Bruno.

Así mismo se afirma que en el caso del Lobo Solo el macho alfa y la hembra beta realizarán la reproducción. Existen estudios que muestran que otros miembros en las manadas también se aparean entre sí, cuando hay suficiente comida, esto le ayuda a la manada a prosperar. Se entiende entonces, que la monogamia de estas especies, atiende más bien a necesidades de supervivencia y perpetuación de la misma, y no a situaciones emocionales o resultados del “pensamiento mágico”, como ocurre con el ser humano.

Entonces viremos de nuevo al centro de nuestro tema de investigación, hay varias alternativas que puedes elegir de acuerdo a tu criterio sobre lo que conlleva una relación.

De acuerdo a la obra de Terry Gould (“The Lifestyle: A Look at the Erotic Rites of Swingers”), el intercambio de pareja comenzó entre los pilotos de su fuerza aérea y sus esposas durante la Segunda Guerra Mundial.

Esto nos da una idea de la edad que tiene esta práctica, de relaciones abiertas que se moderniza paulatinamente, y que si ha perdurado, probablemente es a razón de su efectividad. Con esto no intentamos delimitar un momento histórico acerca de esta usanza, en efecto es posible que desde la existencia del ser humano haya sido llevada a cabo en determinadas circunstancias.

Algo muy cierto que se menciona en el libro "el normal caos del amor" es la siguiente:

"Muchos hablan de la familia y del amor como en los siglos pasados se habló de dios. El ansia por la redención y el cariño, los enfrentamientos que esta ansia causa, la realidad- irreal a la manera de textos de canciones de amor que se alberga en todos los aposentos del deseo, todo eso adquiere un perfume de religiosidad cotidiana, de esperanza en el más allá en la vida terrenal. El amor es la religión después de la religión". (1)

A lo que queremos llegar con esta cita es a invitar a la gente a ser críticos y analizar el modelo tradicional de relación que hemos adoptado, y que si realmente ese es el modelo que escogemos sea porque realmente es el que queremos.

La sociedad cambia superficial y profundamente, nuestra manera de ver al amor y a las relaciones sexuales también, y gracias a ello existe la posibilidad de abrir nuestras posibilidades en cuanto a estas, para así mejorar en alto porcentaje también nuestras oportunidades de ser más felices.

Para concluir citemos a Marqués de Sade, que con sus revolucionarias ideas, nos invita a abrir algo más que nuestro criterio. “Sólo es necesario que propinemos los primeros golpes, una vez que haya visto la luz el pueblo encontrará el camino propio, pero hay que mostrarle la luz"

Ya investigamos y aprendimos, acerca de los factores biológicos que atienden a nuestra tendencia de vivir la poligamia, así como ciertos rasgos históricos que nos revelan que el asunto de la fidelidad no es totalmente cierto.
Nos queda elegir el modo de relaciones interpersonales que deseamos llevar a cabo, no con esto la monogamia deja de ser una opción, sólo que ahora tenemos un abanico nuevo de posibilidades.

Bibliografía:

(1)Beck, U. y Gernsheim, E. (2001) El normal caos del amor, las nuevas formas de la relación amorosa. España: Paidós.

Ruiz, S. y Martin, M. (2012) Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, (33,2012.1)

Integrantes:

Dávila Xochicali Ana Cristina.

García Cruz Alexa Cristina.

Guzmán Moctezuma Valeria Stephanía.

Pérez Ernesto José Alfredo.

Toríz Salas María Elena.